El costo operativo se convierte principalmente en la electricidad necesaria para alimentar el compresor de aire y el sistema de control. Esto resulta en un costo predecible y estable por metro cúbico de oxígeno, aislando su negocio de las fluctuaciones de precios del mercado y las interrupciones de la cadena de suministro. El retorno de la inversión (ROI) generalmente se logra en un plazo de 12 a 24 meses, después de lo cual el oxígeno se produce a una fracción del costo de entrega. Se obtienen ahorros adicionales a través de la reducción de los gastos administrativos para la gestión de pedidos y entregas, la reducción de las primas de seguros debido a la reducción de los riesgos en el sitio y la liberación de espacio previamente utilizado para el almacenamiento. Esta transición cambia fundamentalmente el oxígeno de un gasto variable a un centro de costos fijo y manejable.